En esta guía, compartiré información para migrar por la vía “regular”. No me gusta usar la palabra “ilegal”, pero si tu migración no fue por la vía tradicional, la realidad es que tu estancia en España (o en cualquier país) será diferente a la de las personas que migraron por la vía diplomática.
Si tienes la ciudadanía de algún país de la Unión Europea, EEE (UE más Islandia, Noruega y Liechtenstein) o Suiza, puedes entrar en España y permanecer hasta 3 meses sin registrarte. Si deseas quedarse más tiempo, tendrás que registrarte con las autoridades locales. Se te emitirá un Certificado de Ciudadano de la Unión Europea, y podrás permanecer legalmente sin más problema.
Te dejo aquí los tipos de visa más usuales para poder vivir legalmente en España.
Residencia no lucrativa en España
Este tipo de residencia, te permite residir legalmente en España por un periodo de un año, renovable una vez vencido. El requisito principal, es que tus medios económicos no los percibirás en España. Es decir: no podrás trabajar. Para esto, deberás probar que cuentas con dinero suficiente para ti y tu familia, si es que migras con ellos. El monto a comprobar es del 400% mensual del IPREM. El IPREM del año 2020 es de 537,84 €. Entonces, deberás demostrar como mínimo que tienes 2151.36 euros por mes que desees permanecer en España. Si vienes con tu familia, tienes que comprobar otros 537,84 euros mensuales por miembro adicional. También necesitarás un seguro de gastos médicos privado, ya que no podrás acceder a la Seguridad Social española.
Este tipo de premiso lo solicitas en tu país de residencia. Normalmente tardan hasta 3 meses en darte una respuesta. Si aprueban tu visa, tienes 3 meses para entrar a España. Una vez en el país, sacas tu Tarjeta de Residente.
Si quieres leer todos los requisitos y proceso de aplicación, da clic aquí.
Residencia con permiso de trabajo
España, a diferencia de otros países europeos como Alemania, no ofrece una visa de búsqueda de trabajo. Para migrar a España con un permiso de empleo válido, debes llegar ya con una oferta fija. Ya sea que viajes como turista y busques un empleo que acceda a ayudarte con el proceso de solicitud al regresar a tu país, o que desde casa busques y consigas trabajo.
España, junto con Grecia y Portugal, es uno de los países con las tasas más bajas de empleo disponible. Sin embargo, los sectores en los que es más probable que encuentres oportunidades en la situación actual incluyen el sector de servicios, TI, ingeniería, finanzas y atención médica. Las ofertas de trabajo en el campo pueden depender de conocimientos especializados, por ejemplo, los expertos en impuestos necesarios en el sector financiero.
Las vacantes también varían mucho entre las diferentes regiones españolas. Puedes encontrar detalles de lo que está disponible para cada región en el portal de movilidad laboral EURES.
En España (y toda la UE) se le da prioridad a los nacionales o residentes, en segundo lugar a ciudadanos comunitarios y al último, a personas de otros países. La empresa que te contrate te ayudará en tu proceso de visa, con tus trámites en Seguridad Social y Hacienda.
Toda la información aquí.
Personal altamente calificado
Este tipo de residencia está reservada para el personal altamente calificado. Como primer requisito, necesitarás un título universitario (o superior) y una oferta de trabajo relacionada a tu campo de estudio. Ocasionalmente, hay excepciones y, si no tienes un título formal, pueden aprobar tu visa si demuestras por lo menos cinco años de experiencia en tu área.
Para obtener este permiso, necesitas tener una oferta de trabajo al momento de aplicar para la visa de entrada inicial. Este proceso lo inicias desde tu país. Cuando entres a España, tendrás que obtener una Tarjeta de Residente. Tu empleador además debe de darte de alta en la Seguridad Social.
Tienes toda la información y requisitos en este link.
Trabajar como freelancer o por cuenta propia
Existe también la posibilidad de migrar a España y ejercer como “autónomo”. Para poder obtener este tipo de residencia temporal, lo más importante es que cuentes con dinero para establecerte y con un plan de negocios viable. Dependiendo de la Embajada, te pedirán recomendaciones de empleadores anteriores, aprobación de la junta de trabajo en la comunidad autónoma en la que te establecerás y prueba de tu experiencia en el campo.
Este tipo de permiso no te permitirá trabajar para alguien más: tú tienes que traer inversión a España o generar empleo. Si puedes conseguir un empleo remoto y quieres vivir en España, esta es tu mejor opción.
Puedes consultar toda la información y requisitos específicos aquí.
Emprender en España
Madrid y Barcelona han visto un buen crecimiento en su ecosistema de startups, con muchas firmas de inversión en ambas ciudades. Si tienes un proyecto innovador que creas que le puede interesar a la economía española, puedes obtener una visa especial.
Para este tipo de visa, no te exigen una inversión mínima o la creación de empleo, la clave está en que tu producto o servicio sea innovador. Se hace un análisis de tu proyecto mediante tu plan de negocio. La puedes solicitar directamente en España, siempre y cuando tengas un status migratorio legal. Se te permitirá trabajar y residir legalmente por un año de manera inicial.
Te dejo aquí toda la info.
Obtener la ciudadanía española
Muchos latinos elegimos España por su facilidad relativa para obtener la nacionalidad. Si eres de Iberoamérica, después de solo dos años de residencia legal en el país puedes aplicar para naturalizarte español. Al obtener esta ciudadanía, tendrás un pasaporte y documentación de un país miembro de la Unión Europea, lo que te permitirá trabajar, estudiar, iniciar negocios y viajar libremente por cualquier país miembro y algunos otros, miembros del Espacio Económico Europeo.
Puedes leer más al respecto aquí.

Cuando tuve la oportunidad hace un año de elegir a qué país irme en Europa, hice clic en España por capricho. ¿Qué diablos, por qué no? En realidad, nunca había estado aquí antes. Ni siquiera me llamaba la atención, honestamente. Basé los siguientes años de mi vida en un sentimiento, en una esperanza, en una oportunidad. Tenía el presentimiento de que me encantaría vivir en España y actué en consecuencia. ¿Y adivinen qué? No me equivoqué.